Kosmo Inclusión y su programa de capacitación integral para personas con discapacidad

Un programa donde la capacitación comienza desde la matriz de la persona con discapacidad, “todo lo que tiene que ver con los distintos eventos que ha tenido, los distintos patrones que pudiesen hacer que se sientan limitado o limitada para acceder a un empleo o tener una vida adulta activa e independiente”. Belén Huerta – Directora ejecutiva de la fundación- y Daniela Andrade –Presidenta y coordinadora del proyecto- nos explican detalladamente de qué trata esta formación liderada por coaches y cómo las personas con discapacidad pueden ser parte de él. 

¿Qué es y de qué trata la Capacitación Integral de Personas con Discapacidad que realizan en Kosmo Inclusión?

Como Kosmo tenemos distintas líneas y una de ellas es la fundación. Actualmente, en la fundación contamos con dos proyectos aprobados por el Ministerio de Desarrollo Social. Uno de ellos, y que está activo, es el programa de formación integral y de inclusión laboral para personas con discapacidad. Un proyecto a nivel nacional que cuenta con un promedio de 200 beneficiarios.

A la hora de entrar en la vida laboral, nos dimos cuenta que la herramienta técnica no era el tope para las personas con discapacidad. Más bien, tenía relación con las habilidades blandas, como resolvían sus conflictos a nivel personal y a nivel equipo. El tope tenía que ver con sus propias vivencias.

La primera etapa del programa tiene una formación integral para personas con discapacidad donde hacemos talleres de vocación profesional, talleres de habilidades pro empleo, de apresto laboral y técnicas de adaptación al mundo laboral. Las personas aprenden a comunicarse, a resolver problemas, a encontrar herramientas para desarrollarse en el trabajo de manera efectiva. La idea es que sea una experiencia exitosa prolongada en el tiempo y no solo durante los tres meses que dura el taller.

Lo interesante es que ellos mismos hacen su análisis FODA: van viendo fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas que pueden ir abordando, desarrollando y enfrentando. Hay muchos contextos de vida que ellos y ellas van resignificando en los procesos de formación integral y que ahora les permite tener más herramientas para enfrentar el mundo laboral.

¿Qué tiene de diferente este programa a otro de formación tradicional?

La diferencia es que, además de entregar herramientas, el coaching lo que hace es trabajar desde la matriz de la persona. Todo lo que tiene que ver con los distintos eventos que ha tenido, los distintos patrones que pudiesen hacer que se sientan limitado o limitada para acceder a un empleo o tener una vida adulta activa e independiente.

Podemos enseñarles a hacer un curriculum o ir a una entrevista, pero no tiene la misma relevancia que si nosotros le mostramos, a través de las herramientas del coach, cómo ellos pueden salir de una postura de victimización, por ejemplo. Lo que hacemos es entrenarlos para que puedan empoderarse en su vida, haciéndose responsable de ella y las distintas vivencias que han tenido. En función de eso, sacamos el máximo provecho para que al momento de enfrentarse a un empleo conozcan cuáles son sus principales potenciales y desde ahí generar el éxito. Por eso va acompañado de temas teóricos y prácticos para la empleabilidad.

La conversación constante que tenemos con los y las beneficiadas es que la discapacidad te lleva a experimentar situaciones en la vida donde debes escoger cómo enfrentarlas. Y sin las herramientas adecuadas, pueden generar que tu autoestima y tu autoconocimiento bajen. Eso puede ser una barrera al acceder a una entrevista o solicitar un aumento de sueldo, por ejemplo.

¿Cómo una persona con discapacidad puede ser parte del programa?

Es un programa gratuito, de tres meses y hacemos reclutamiento mensual. En promedio abrimos entre 15 y 20 cupos mensuales. Para nosotros es importante el compromiso. Las personas generan una pre inscripción y luego pasan a una entrevista al momento de ser validados, porque hay una lista espera importante. Al ser aceptados para ingresar al programa el compromiso es 100% de participación. Para este año, hasta diciembre, tenemos planificados seis grupos de trabajo. Tenemos asociados distintos municipios, universidades, institutos, etc.

¿Cuál es el impacto en las y los beneficiados y en los equipos que los reciben?

Tenemos un acompañamiento de seis meses en la segunda etapa del programa “inclusión laboral”. Durante este proceso hacemos levantamiento de puestos de trabajo, concientización a los equipos y  acompañamos a la persona y a la organización en la gestión del proceso de inclusión laboral.

Esto significa que la persona está nueve meses dentro del proyecto, tres de capacitación y nueve de acompañamiento. Nuestro único requisito es que la persona sea mayor de edad, con estudios o sin estudios técnicos o universitarios, por lo tanto, el perfil de las personas beneficiarias es diverso, desde personas que tienen solo IV medio y personas que han tenido altos cargos en gerencia.

¿Es online o presencial?

Todo el proceso de formación es online. Y hacemos una actividad de cierre que es presencial. Y pese a que la hacemos en Santiago, la gente viaja para asistir (de forma voluntaria). Es súper significativo para ellos y ellas presenciar la actividad de cierre, porque no solo reciben el diploma de graduación, sino que se encuentran con quienes se vieron todos los días durante tres meses tras una pantalla. El proceso de inclusión laboral es distinto. La concientización, el acompañamiento, la tutoría laboral, todo eso es presencial. En casos muy extremos lo hemos tenido que hacer de forma virtual, porque muchos también están con esa modalidad de trabajo.

¿Y cuál es el impacto que genera a nivel empresarial?

Hemos roto con hartas creencias, mitos y miedos a nivel de jefatura inicialmente. En general se derriban paradigmas, los que en ocasiones provienen del aprendizaje social maternalista y protector con las personas con discapacidad, pero nuestro programa se enfoca en que destaque las funciones que realiza el trabajador o trabajadora y que este tengo como resultado un real aporte en todo sentido.

¿Y cuál es la relevancia en programas como este cuando hablamos de inclusión laboral?

Notas que la persona desde que entra al programa hasta que sale, hasta su corporalidad es distinta, mejora su autoapreciación. Cuando ya se incorpora a la vida laboral, ese efecto se ve presente en la organización y el resultado es también una transformación cultural positiva. Del general de las personas que hemos incorporado y de las organizaciones con las que trabajamos, el romper el paradigma y el temor hacia la inclusión laboral, termina evidenciando el impacto positivo de la correcta gestión del talento y la valorización de la diversidad, siendo un aprendizaje mutuo que trasciendo a la persona y a la organización.